La rinoplastia es una intervención de cirugía estética que puede permitirnos mejorar los problemas respiratorios que puedan estar causados por algún problema con la forma de nuestra nariz o remodelar su forma o tamaño para lograr una nariz que esté en equilibrio con las proporciones de nuestro rostro y que el resultado sea más equilibrado y armonioso.
Teniendo en cuenta las proporciones de nuestro rostro, el cirujano podrá ofrecerte los cambios que él considere más oportunos. Está operación de cirugía plástica, además de requerir conocimientos médicos y experiencia por parte del profesional, exige también ciertas dotes artísticas o cierto sentido estético. No existe una nariz perfecta y la misma nariz, por muy bonita que parezca, puede no quedarle bien a otra persona.
Por eso, a la hora de plantearse una rinoplastia, es muy importante tener muy claro lo que queremos conseguir, que nuestras expectativas sean realistas y estar dispuestos a escuchar los consejos que quiera darnos el profesional.
Muchas personas acuden a consulta para realizarse una rinoplastia pidiendo que les coloquen la misma nariz que aparece en una foto o la de algún famoso. El cirujano tendrá que explicarles que puede no ser posible conseguir esos resultados, ya que la morfología de su nariz puede no permitirlos y que, además, es muy posible que la nariz que desean no esté en equilibrio con los rasgos de su rostro.
Es importante por ello tener una actitud abierta a los consejos que el cirujano pueda darnos. Si entramos al quirófano esperando salir con los rasgos de la última estrella de Hollywood, es muy posible que los resultados nos frustren. La rinoplastia puede mejorar el aspecto físico, y con ello la confianza y la seguridad de la persona, siempre que las expectativas que ésta lleve a consulta sean realistas.
Es importante también valorar qué es lo que pretendemos conseguir a nivel emocional con la rinoplastia. Si queremos mejorar nuestro físico y con ello aumentar nuestra autoestima, es muy posible que los resultados finales nos satisfagan.
Si lo que buscamos es conseguir el aprecio de alguien, la aprobación social de los que nos rodean o nos sometemos a esa cirugía intentando evitar críticas a las que no sabemos enfrentarnos, la rinoplastia no podrá ayudarnos, ya que el problema está en componentes emocionales y sociales a los que tendremos que buscar otra solución.