Existe el error común y generalizado de confundir la septoplastia con la rinoplastia, cuando en la realidad se trata de dos cirugías totalmente diferentes, aún cuando ambas tienen como objeto la nariz del paciente.
Por un lado, la rinoplastia es la operación quirúrgica que se lleva a cabo para modificar las estructuras externas de la nariz, con el objetivo de modificar el aspecto estético de ésta.
Por otro lado, la septoplastia es una operación de origen médico, no estético, que busca la corrección de un tabique nasal desviado, que provoca una dificultad respiratoria que afecta el día a día del paciente. Habitualmente, una operación de septoplastia no modifica el aspecto externo de la nariz, y se realiza a través de las fosas nasales sin dejar ninguna cicatriz.
La recuperación posterior de una operación de rinoplastia es generalmente mayor a la de una septoplastia, ya que la primera modifica sustancialmente la forma de la nariz, mientras que la segunda simplemente corrige la estructura ósea, sin intervenir en la parte exterior de la misma.
Se trata de dos operaciones que pueden ser complementarias, y muchos pacientes que tienen problemas de desviación del tabique nasal aprovechan que van a entrar en el quirófano para realizarse ambas operaciones a la vez, la septoplastia (corrección de tabique) y la rinoplastia (cambio estético de la nariz). A esta operación conjunta se le llama septorrinoplastia.