La Navidad es una época del año llena de celebraciones, reuniones familiares y, por supuesto, deliciosas comidas. Sin embargo, es también una temporada en la que es fácil caer en excesos alimenticios que pueden afectar nuestra salud y bienestar. Para disfrutar de estas festividades sin remordimientos ni consecuencias negativas, presentamos un decálogo navideño contra los excesos alimenticios.
- Planificación es la clave:
Antes de las festividades, planifica tus menús. Opta por recetas equilibradas que incluyan proteínas magras, verduras y granos enteros. Al tener un plan, es menos probable que te dejes llevar por impulsos o tentaciones de último minuto, señala la Dra. Ana García Navarro, especialista en reducción de estómago..
- No vayas con hambre:
Evita llegar a las celebraciones con un hambre voraz. Come un snack saludable antes de salir, como un puñado de frutos secos o una pieza de fruta. Esto te ayudará a controlar tu apetito y a tomar decisiones más acertadas en la mesa.
- Controla las porciones:
Es fácil dejarse llevar por la variedad de platos en la mesa navideña. Sirve porciones moderadas y evita repetir. Recuerda que siempre habrá más oportunidades para disfrutar de tus platos favoritos.
- Hidrátate adecuadamente:
Bebe suficiente agua durante el día y limita el consumo de bebidas alcohólicas y azucaradas. El alcohol y las sodas pueden añadir muchas calorías vacías a tu ingesta diaria.
- Escucha a tu cuerpo:
Aprende a reconocer las señales de saciedad. Come lentamente y haz pausas entre bocado y bocado. Si sientes que ya estás satisfecho, no te sientas obligado a terminar todo lo que hay en tu plato.
- Mantente activo:
Aunque es una época de descanso y celebración, no olvides la importancia de la actividad física. Sal a caminar, juega con los niños o propón actividades en grupo que impliquen movimiento.
- Limita los postres:
Los dulces navideños son irresistibles, pero también suelen ser calóricos. Elige uno o dos que realmente te gusten y disfrútalos en porciones pequeñas.
- Evita el picoteo:
Con tantos aperitivos y tentempiés disponibles, es fácil comer sin darse cuenta. Establece horarios fijos para las comidas y evita picar entre horas.
- Sé consciente de las salsas y aderezos:
A menudo, las salsas y aderezos añaden muchas calorías y grasas a los platos. Usa estos complementos con moderación y, si es posible, opta por versiones más ligeras.
- Disfruta más allá de la comida:
La Navidad no es solo comida. Disfruta de la compañía, las conversaciones, la música y todas las tradiciones que acompañan estas fechas. Al centrarte en el aspecto social y emocional de las celebraciones, la comida dejará de ser el único foco de atención.
Conclusión:
La Navidad es una época para disfrutar y celebrar, pero también es una oportunidad para cuidar de nuestra salud y bienestar. Con un poco de planificación y conciencia, es posible disfrutar de las festividades sin caer en excesos alimenticios. Recuerda que la moderación es la clave y que las decisiones saludables no están reñidas con el disfrute. ¡Felices fiestas y buen provecho!