La periostitis es una condición que puede afectar a personas de todas las edades, especialmente a los atletas. Aunque puede ser dolorosa y molesta, hay opciones de tratamiento efectivas disponibles, incluyendo la fisioterapia. Este artículo detallará qué es la periostitis, sus causas, síntomas y cómo la fisioterapia puede ofrecer alivio y recuperación.
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¿Qué es la Periostitis?
La periostitis es una inflamación del periostio, una capa densa de tejido vascular que recubre los huesos, señala Fisiococoon. Normalmente, esta afección se localiza en la tibia, el hueso largo situado en la parte frontal de la pierna, dando lugar a la «tibia del corredor» o «síndrome de estrés tibial medial». Esta es una dolencia frecuente en corredores y personas que participan en deportes de alto impacto.
Causas de la Periostitis
La periostitis suele ser el resultado de un estrés repetitivo o un trauma en el hueso, lo que conduce a la inflamación del periostio. Por lo general, los deportes o actividades que involucran correr o saltar en superficies duras están asociados con un mayor riesgo de desarrollar periostitis. Además, los factores que pueden contribuir incluyen el uso de calzado inadecuado, un aumento repentino de la actividad física, desequilibrios musculares y malas técnicas de entrenamiento. También hay algunas condiciones médicas, como la osteomielitis, que pueden causar periostitis.
Síntomas de la Periostitis
El síntoma más común de la periostitis es el dolor a lo largo del borde interior de la tibia. Este dolor puede ser agudo o sordo y suele agravarse con la actividad física. Otros síntomas de la periostitis pueden incluir hinchazón en la zona afectada, enrojecimiento y sensibilidad al tacto. En casos graves, el dolor puede ser constante, interfiriendo con las actividades diarias del individuo.
Tratamiento de la Periostitis mediante Fisioterapia
El objetivo del tratamiento de la periostitis es reducir la inflamación y el dolor y evitar que la afección se repita. La fisioterapia es una parte crucial del tratamiento para la periostitis. Aquí es donde un fisioterapeuta experimentado puede ayudar.
Primero, la fisioterapia puede ayudar a controlar el dolor y la inflamación a través de diversas técnicas, como el hielo, la estimulación eléctrica, el masaje y la terapia con ultrasonido. Estos tratamientos pueden ayudar a reducir la inflamación y promover la curación.
Posteriormente, el fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento adaptado a las necesidades individuales del paciente. Este programa puede ayudar a aumentar la flexibilidad, mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de futuras lesiones.
Además, un fisioterapeuta puede enseñar al paciente técnicas de carrera óptimas y ofrecer consejos sobre calzado y aparatos ortopédicos para prevenir las recurrencias de la periostitis.
En casos graves de periostitis, donde los otros tratamientos no brindan alivio, puede ser necesario consultar a un médico para obtener un tratamiento adicional, como medicamentos o cirugía.
Conclusión
La periostitis, aunque molesta y dolorosa, puede tratarse y prevenirse con eficacia. La fisioterapia juega un papel vital en este proceso, ayudando a los pacientes no solo a aliviar los síntomas, sino también a prevenir futuros episodios. Si se sospecha de periostitis, se debe buscar ayuda médica lo antes posible para evitar daños mayores y lograr una rápida recuperación.